Una de las pinturas más interesantes de este periodo es
Carnaval de Arlequín (1925), completamente surrealista y que consiguió un gran éxito en la exposición colectiva de la
Peinture surréaliste de la Galería Pierre a finales de 1925, expuesta junto a obras de
Giorgio de Chirico,
Paul Klee,
Man Ray,
Pablo Picasso y
Max Ernst.
Esta obra es la considerada como el inicio pleno de la etapa surrealista de Joan Miró. Realizada entre los años 1924 y 1925, la ejecutó en un tiempo en que el artista pasaba por momentos difíciles y con gran penuria, incluso alimentaria. Según explicó el mismo artista:
Intenté plasmar las alucinaciones que me producía el hambre que pasaba. No es que pintara lo que veía en sueños, como decían entonces Breton y los suyos, sino que el hambre me provocaba una manera de tránsito parecido al que experimentaban los orientales.
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Un autómata que toca la guitarra junto con un arlequín con grandes bigotes, son los personajes principales de la composición pictórica, donde se aprecian también todo un mundo de detalles dominados por la imaginación que se esparcen por toda la pintura, como un pájaro con alas azules saliendo de un huevo, un par de gatos jugando con un ovillo de lana, peces volando, un insecto que sale de un dado, una escalera con una gran oreja, y en la parte superior derecha se ve a través de una ventana una forma cónica con la que quiso representar la
torre Eiffel. Compuso Miró un pequeño texto poético en 1938 sobre este cuadro: "En la madeja de hilo deshecha por los gatos vestidos de arlequines ahumados retorciéndose y apuñalando mis entrañas..." Actualmente se encuentra en la colección de Allbright-Knox Art Gallery en
Buffalo, (
Estados Unidos).
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Interiores holandeses
En 1927 realizó por primera vez una
ilustración para el libro
Gertrudis de
J.V. Foix. Se trasladó a vivir a otro estudio más grande de la calle Tourlaque, donde encontró a viejos amigos
Max Ernst,
Paul Éluard y conoció a
Pierre Bonnard,
René Magritte y
Jean Arp. Experimentó con ellos el juego del
cadáver exquisito. En 1928 viajó a
Bélgica y a los
Países Bajos, visitando los más importantes museos de ambos países. Los pintores neerlandeses, como
Vermeer y los maestros del
siglo XVII, causaron un gran impacto en el artista, que compró postales coloreadas de estas pinturas, y a su regreso a París se dedicó a la creación de una serie conocida como
Interiores holandeses. Realizó numerosos dibujos para la consecución de la primera pintura
Interior holandés I, inspirada en
El tocador de Laud de
Hendrick Martensz Sorgh; en
Interior holandés II, es del pintor
Jan Havicksz Steen del que tomó la idea; aquí, en esta serie, Miró transformó, la pintura de sus sueños surrealistas, con el espacio vacío en los cuales imperaban los grafismos, a la recuperación de la composición en perspectiva y las formas analizadas.
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Muy similar a estos
interiores holandeses fue la siguiente serie de
Retratos imaginarios, también con el punto de partida de unos retratos ya realizados:
Retrato de la señora Mills en 1750 de un cuadro con el mismo título de
Georges Engleheart,
Retrato de una dama en 1820 de
John Constable,
La fornarina de
Rafael Sanzio y el cuarto el origen fue un anuncio en un periódico de un motor super diésel, que consiguió hacer una
metamorfosis hasta conseguir una figura femenina a la que tituló
La reina Luisa de Prusia. Miró se servía de la imagen no para hacer una interpretación de una obra ya realizada, sino como punto de partida para analizar la forma pura hasta conseguir su figura mironiana. El proceso se puede seguir de cada pintura, a través de los dibujos preparatorios que se guardan, unos en la
Fundación Miró de
Barcelona y otros en el
Museo de Arte Moderno de Nueva York20
Ruptura con el surrealismo y "asesinato" de la pintura
Entre los años 1928 y 1930, las diferencias dentro del grupo de los surrealistas cada vez se hacen más evidentes, no sólo en la plástica, también ocurría en la parte política. Miró cada vez más individualista se fue distanciando más, a pesar de aceptar los principios de la estética surrealista, no se sintió obligado a ir frecuentemente a participar en todas las manifestaciones. El
11 de marzode
1929, en una reunión al Bar du Château,
Breton ya adherido al partido comunista, el tema de discusión fue el destino de
Lev Trotsky; este tema quedó al margen y las discusiones llegaron a clarificar las posiciones. Entre los que se manifestaron en contra de una acción completamente común basado en un programa de Breton, se encontraban Miró,
Michel Leiris,
Georges Bataille y
André Masson entre otros. Miró solo quería defenderse y luchar con la pintura. Entre
Marx que abogaba por «transformar el mundo» por medio de la
política o el «cambiar la vida» de
Rimbaud por medio de la
poesía, Miró escogió lo segundo.
21 Fue entonces cuando Georges Hugnet explicó que Miró solo puede defenderse con las armas propias de él, la pintura:
Sí, Miró ha querido asesinar la pintura, la ha asesinado con medios plásticos, mediante una plástica que es una de las más expresivas de nuestro tiempo. La ha asesinado, quizá, porque no quería doblegarse a sus exigencias, a su estética, a un programa demasiado estrecho para dar vía libre a sus aspiraciones y a su sed.
2
A partir de aquí Miró dibujó y se dedicó intensamente a otra alternativa, el
collage, que no realizó como habían hecho los cubistas recortando el papel con cuidado y encajándolo en el soporte, sino que sus formas son sin precisión y después de enganchadas en el soporte deja los bordes al aire y los enlaza con un grafismo; su búsqueda no es inútil, le abre las puertas a las
esculturas que realizará a partir de
1930.
En
1930 expuso en la galería Pierre esculturas-objetos y seguidamente la primera exposición individual en
Nueva York con pinturas de los años 1926-1929. Realizó sus primeras
litografías para el libro
L’Arbre des voyageurs de
Tristan Tzara. En el verano de 1930 empezó su serie llamada
Construcciones, consecuencia de los
collages, la composición la realizaba a partir de formas elementales, círculos y cuadrados recortados en madera y pegados sobre un soporte generalmente también de madera, con la aplicación de clavos reforzando las líneas del cuadro.
22 Todas estas piezas fueron expuestas en París, donde las vio el bailarín y coreógrafo
Leonide Massine, que enseguida se dio cuenta que era el artista que estaba buscando para realizar la decoración, vestuario y diversos objetos para el ballet
Jeux d'enfants. Miró aceptó y viajó a
Montecarlo a principios del año 1932. Los decorados fueron realizados a base de volúmenes y diversos objetos dotados de movimiento. La obra se estrenó el 14 de abril de 1932 con un gran éxito. Después se representó en París, Nueva York, Londres y en Barcelona en el
Gran Teatro del Liceo el
18 de mayo de
1933.
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A partir de enero de 1932 pasó a residir en Barcelona, con traslados frecuentes a París, formó parte de la asociación de
Amics de l'Art Nou (ADLAN) junto a Joan Prats, Joaquim Gomis y el arquitecto
Josep Lluís Sert, cuyo objetivo era dar a conocer la vanguardia artística internacional y promocionar la catalana. Realizó numerosas exposiciones en Barcelona, París, Londres, Nueva York, Berlín.
Prosiguió con su trabajo de búsqueda y creó las 18 pinturas según un collage a partir de imágenes de anuncios aparecidos en diarios, como comentó posteriormente el artista:
Solía recortar diarios en formas no regulares y pegarlas sobre láminas de papel, día tras día acumulé estas formas, Una vez hechos, los collages me servían como punto de partida de las pinturas. No copiaba los collages. Sencillamente dejaba que me sugirieren formas.
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Creó unos nuevos personajes con una expresión de gran dramatismo con una perfecta simbiosis entre los signos y la figuras, cuyos fondos son generalmente oscuros, pintados sobre masonita (tablex) como
Hombre y mujer frente a un montón de excrementos (1935), o
Mujer y perro frente a la luna (1936), seguramente por el estado de ánimo del artista ante los acontecimientos de la
Guerra Civil Española y la posterior de la
Segunda Guerra Mundial.
Bodegón del zapato viejo
Su vuelta a París debido a una exposición que tenía prevista en el mes de noviembre de 1936, con el drama que representaba la guerra española, le hizo sentir la necesidad de volver a pintar la realidad, que el artista vuelca en una naturaleza muerta:
Bodegón del zapato viejo, en donde consigue una relación entre el zapato y el resto de los elementos colocados encima la mesa, la botella, una manzana con un tenedor clavado, y el mendrugo de pan; los colores consiguen la máxima agresividad ya que son ácidos y violentos; la pintura en este cuadro no es plana como en obras anteriores sino que perfila y da dimensión a las formas de los objetos. Según el mismo Miró, toda esta representación, la hizo pensando en el cuadro
Zapatos del Labriego de
Van Gogh, artista muy admirado por él. Está considerada como una pieza clave de este momento pictórico de la realidad.
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Pabellón de 1937 en París
Después de haber realizado el cartel
¡Ayudad a España!, para un sello postal, destinado a ayudar al gobierno republicano español, se le encargó pintar una obra de grandes dimensiones para el
pabellón de la
República Española en la
Exposición Internacional de París de 1937 que se iba a inaugurar en el mes de julio de ese mismo año. En este pabellón expusieron también los artistas
Picasso con
Guernica,
Alexander Calder con la
Fuente de mercurio,
Julio González con la escultura
Montserrat,
Alberto Sánchez también con una obra escultórica
El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella y Miró que realizó
El Segador, representando al payés catalán con la hoz en un puño en actitud revolucionaria, simbolizando la colectividad de todo un pueblo en lucha; esta obra desapareció al fin de la exposición, cuando fue desmontado el pabellón. Sólo quedan unas fotografías en blanco y negro.
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Constelaciones
Pintadas entre los años
1940 y
1941, en
Varengeville-sur-Mer, pequeño pueblo de la costa de
Normandía, se sintió atraído por el cielo y empezó una serie de 23 pequeñas obras con el título genérico de «Constelaciones» realizadas en formato de 38x46 cm, con un soporte de papel que el artista humedecía con gasolina y lo fregaba hasta conseguir una superficie con una textura rugosa. A partir de aquí ponía el color manteniendo una transparencia para crear el aspecto final deseado. Sobre este color del fondo, Miró dibujaba con colores puros para lograr el contraste.
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En las constelaciones, la iconografía quiere representar todo el orden del cosmos, las estrellas hacen referencia al mundo celestial, los personajes simbolizan la tierra y los pájaros son la unión de ambos. Estas pinturas integran perfectamente figuras con el fondo.
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Más adelante en
1958, se editó un libro con el título
Constelaciones de muy pocos ejemplares, con la reproducción de
veintidós aguadas de Miró y con
veintidós prosas paralelas escritas por
André Breton.
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A partir del año
1960, Miró entró en una nueva etapa, donde se refleja la soltura en la forma de trazar los grafismos con una gran simplicidad, propio de la espontaneidad infantil; los gruesos trazos son realizados con el color negro, en sus telas se ven goteos de pintura y salpicaduras, aludiendo en sus temas repetidamente a la tierra, el cielo, los pájaros y la mujer y con colores primarios.
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Otros materiales
Cerámica
En
1944 empezó a colaborar con su amigo de la adolescencia
Josep Llorens i Artigas en la producción de
cerámicas, investigando en la composición de las pastas, tierras, esmaltes y colores; la forma de las cerámicas populares representó para él, una fuente de inspiración; en estas primeras cerámicas poca diferencia hay con las pinturas y litografías de la misma época. En el año 1947 residió durante ocho meses en Nueva York donde realizó un mural en pintura de 3 x 10 metros destinado al restaurante del Cincinnati Terrace Hilton Hotel, a la vez que hizo unas ilustraciones para el libro
L'antitête de
Tristan Tzara. Más tarde ya en Barcelona y ayudado también por el hijo de Josep Llorens,
Joan Gardy Llorens, pasó temporadas en la masía-taller que poseían los Artigas en
Gallifa, donde se hicieron todo tipo de pruebas, tanto en las cocciones como en los esmaltes; finalmente el resultado es de 232 obras que fueron expuestas en junio de 1956 en la Galería Maeght de París y después en la Galería Pierre Matisse de Nueva York.
En este mismo año de 1956, se trasladó a vivir a
Mallorca, donde dispuso de un gran taller, proyectado por su amigo
Josep Lluís Sert. Fue entonces cuando recibió el encargo de realizar dos murales cerámicos para la sede de la
Unesco ubicado en París, de 3 x 15 metros y 3 x 7,5 metros, que fueron inaugurados en 1958. Aunque había trabajado en grandes formatos nunca lo había hecho en cerámica; junto al ceramista Josep Llorens Artigas, consigue la posibilidad técnica de la cocción que se elaboró al máximo para obtener un fondo con texturas parecidas a las pinturas de esa época.
31 Se decidió que la composición se hiciera alrededor de los temas del
Sol y la
Luna, que, según palabras de Miró:
... la idea de un gran disco rojo intenso se impone para el muro más grande. Su réplica en el muro pequeño sería un cuarto creciente azul, dictado por el espacio más reducido, más íntimo, para el cual estaba previsto. Estas dos formas que quería muy coloreadas hacían falta reforzarlas por un trabajo en relieve. Ciertos elementos de la construcción, tales como la forma de las ventanas, me han inspirado las composiciones en escatas y las formas de los personajes. He buscado una expresión brutal en el gran muro, una sugestión poética en el pequeño.
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Estos murales de la UNESCO, fueron el prototipo para todos los siguientes. En 1960 el de la Universidad de Harvard para sustituir el de pintura que había hecho en el año 1950; en 1964 realizó el de Handelshochschule de Sankt Gallen en Suiza y el de la Fundación Maeght para Saint-Paul-de-Vence; en 1966 el del Guggenheim Museum; en el año 1970 uno para el aeropuerto de Barcelona y tres para la exposición internacional de Osaka; al siguiente año el de Wilhelm-Hack-Museum de Ludwigshafen; por encargo de la Cinémathèque française de París realizó un mural también junto Artigas en el año 1972 y que fue adquirido en 1977 por la diputación Foral de Álava, encontrándose en la actualidad instalado en el interior del Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria-Gasteiz (ARTIUM);33 en 1977 es la Universidad de Wichita en Estados Unidosel que le encargó uno y finalmente se inauguró en 1980 el mural del nuevo Palacio de Congresos de Madrid.
Escultura
En 1946 trabajó en
esculturas para
fundición en
bronce que en algunas ocasiones fueron cubiertas con pintura de colores vivos. En la escultura le interesó buscar volúmenes y espacios e incorporar objetos cotidianos o simplemente encontrados, piedras, raíces, cubiertos, tricornios, llaves de agua, que funde a la
cera perdida. El sentido de los objetos identificables, lo pierden, al unirse mediante la fundición con otros objetos. Así formó en 1967
El reloj del viento que realizó con una caja de cartón y una cuchara, fundidas en bronce y ensambladas, constituyendo un objeto escultórico que solo mide la intensidad del viento.
34 Construyó junto con Joseph Llorens i Artigas una gran escultura de cerámica
La diosa del mar que la sumergieron en
Juan-les-Pins. Efectuó en el año 1972, unas exposiciones de esculturas en el Walker Art Center de
Minneapolis, al Clevelan Art Museum y al
Art Institute de Chicago. A partir de 1965 realizó gran cantidad de esculturas para la Fundación Maeght en
Saint-Paul-de-Vence, entre ellas están el
Pájaro lunar,
Pájaro solar,
Lagarto,
Diosa,
Horquilla y
Mujer con el cabello revuelto.
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En abril de 1981 se inauguró en
Chicago una escultura monumental de 12 metros de altura, conocida como
Miss Chicago; el 6 de noviembre otras dos esculturas fueron colocadas en la vía pública en
Palma de Mallorca; en
Houston se inauguró en 1982, la escultura
Personaje y pájaroy en colaboración con Joan Gardy Artigas realizó su última escultura para Barcelona,
Dona i ocell (
Mujer y pájaro), en hormigón y recubierta de cerámica. Fue inaugurada en 1983 sin la presencia de Miró debido a su delicado estado de salud. Situada en el parque de Joan Miró de Barcelona, al pie de un gran lago artificial, la escultura con 22 metros de altura, representa una forma femenina con sombrero y sobre éste la imagen de un pájaro. La silueta de mujer se soluciona con una forma de hoja alargada y ahuecada. Por todo su exterior se encuentra recubierta con cerámica de colores rojos, amarillos, verdes y azules (los más comunes del artista) tratados como
trencadís.
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Grabados
Siempre le habían interesado los
grabados para la realización de
litografías, y en estos últimos años se adentró mucho más en ello; en su viaje a Nueva York en 1947, trabajó durante un tiempo en el
Atelier 17 dirigido por
Hayter, a través del cual aumentó todos sus conocimientos sobre la calcografía; durante estos meses en Nueva York, realizó las planchas para
Le Desesperanto uno de los tres volúmenes de que consta la obra
L’antitête de
Tristan Tzara.
Un año más tarde colaboró nuevamente con este autor en un nuevo libro
Parler seul, haciendo 72 litografías en color. A partir de aquí, trabajó en diversos libros de
bibliófilo en colaboración con amigos poetas, como
Breton en
Anthologie de l’humour noir en 1950 y
La clé des champs en 1953; con
René Cher,
Fête des arbres et du chasseur en 1948 y
A la santé du serpent en 1954; con
Michel Leiris en 1956,
Bagatelles végétales; y con
Paul Éluard,
A toute épreuve con ochenta
xilografías realizadas en madera de boj. La ejecución de este trabajo se llevó a cabo entre los años 1947 y 1958.
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Entre el 9 de junio y 27 de septiembre de 1969 realizó una exposición individual «Oeuvre gravé et lithographié» en la Galería Gérald Cramer de
Ginebra y en este mismo año una gran retrospectiva de obra gráfica al Pasadena Art Museum de
Pasadena (California).
Obras destacadas
Pinturas
- Nord-Sud, 1917 óleo, Galería Adrien Maeght en París.
- La masía, 1921 óleo, National Gallery of Art de Washington.
- Retrato de bailarina española, 1921 óleo Museo Picasso de París.
- Tierra labrada, 1923 óleo, Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York.
- Carnaval de Arlequín, 1924 óleo, Albright-Knox Art Gallery de Búfalo
- Serie de tres pinturas: Interior holandés, 1928 óleo, Museo Guggenheim de Venecia- Meadows Museum, Dallas y Museo de Arte Moderno de Nueva York.
- Caracol, mujer, flor y estrella, 1934 (Museo del Prado)
- Mujer y pájaros al amanecer
- Bodegón del zapato viejo, 1937.
- Corrida de toros
- Una estrella acaricia el seno de una negra, 1938 óleo, Tate Gallery de Londres.
- Serie de 24 gouaches: Constelaciones, 1940-1941.
- Serie de 3 pinturas: Azul, 1961 óleo, Centro Georges Pompidou de París
- Personaje delante del sol, 1968 acrílico, Fundación Miró en Barcelona.
- La esperanza del condenado a muerte, 1974 Fundación Miró en Barcelona.
- Mujer desnuda subiendo la escalera, 1937 Fundación Miró en Barcelona.
- Metamorfosis, serie de Joan Miró.
- Manos volando hacia las constelaciones, 1974 Fundación Miró en Barcelona
- La esperanza del navegante, 1968 - 1973
- Serie Barcelona, 1944 Fundació Joan Miró
- Cabeza de campesino catalán
Murales cerámicos
- Murales cerámicos del Sol y la Luna, 1958, Sede de la Unesco en París.
- Mural cerámico para la Universidad de Harvard, 1950.
- Mural cerámico de la Handekshochschule, 1964 de Sankt Gallen en Suiza.
- Mural cerámico de la Fundación Maeght, 1964 en Saint-Paul-de-Vence.
- Mural de cerámica de la terminal B, 1970 del Aeropuerto de Barcelona.
- Murales cerámicos para el pabellón del Gas, 1970 para la exposición internacional de Osaka
- Mural cerámico en Wilhelm-Hack-Museum, 1971 de Ludwigshafen.
- Mural de cerámica de la Cinemateca, 1972 de París, actualmente en el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria-Gasteiz (ARTIUM).
- Mural cerámico del nuevo Palacio de Congresos de Madrid, 1980.
Esculturas
- Personaje con paraguas, 1933 escultura de madera, paraguas y hojas secas en la Fundación Miró de Barcelona.
- Pájaro lunar, 1946-1949 en bronce diversas copias
- Pájaro solar, 1946-1949 en bronce diversas copias
- Reloj de viento, 1967 escultura en bronce.
- La caricia de un pájaro, 1967 bronce pintado en la Fundación Miró de Barcelona
- Mujer botella, 1973 escultura en bronce para el Parque Cultural Viera y Clavijo de Santa Cruz de Tenerife.
- Perro, 1974 bronce en la Fundación Miró de Barcelona.
- Conjunto monumental para La Défense, 1978 en París.
- Miss Chicago, 1981 Escultura pública de doce metros en Chicago.
- Femme, 1981 escultura en bronce, expuesta en la Casa de la Ciudad de Barcelona.
- Mujer y Pájaro, 1983 escultura de cemento recubierta de cerámica en el Parque Joan Miró de Barcelona